CUENTOS QUE NO SON CUENTOS

CAPERUCITA ROJA: Erase una vez una niña que era muy querida por su abuelita y adicta al celular , a la que visitaba con frecuencia aunque vivía al otro lado del bosque. Su madre que sabía coser muy bien gracias a la maquina de coser le había hecha una bonita caperuza roja que la niña nunca se quitaba, por lo que todos la llamaban Caperucita roja la adicta al celular.
Una tarde la madre la llamó al celular para decirle que fuera a casa de la abuelita que se encontraba muy enferma, para que le llevara unos pasteles recién horneados, una cesta de pan y mantequilla.
– “Caperucita anda a ver cómo sigue tu abuelita y llévale la cesta que le dejé en la mesa”, –le dijo. Además le advirtió: –“No te apartes del camino ni hables con extraños, que te pueden robar el celular”.
Caperucita que siempre era desobediente asintió y le contestó a su mamá: – “No te preocupes que tendré cuidado”. Tomó la cesta y emprendió el camino hacia casa de su abuelita, cantando y bailando escuchando música.

No había llegado demasiado lejos según Waze cuando se encontró con un lobo que le preguntó: – “Caperucita, ¿a dónde vas con tantas prisas?”Cuento de Caperucita Roja
Caperucita lo miró y pensó en lo que le había dicho su mamá antes de salir, pero como no sintió temor alguno de que le robara el celular, le contestó sin recelo. – “A casa de mi abuelita, que está muy enferma”.
A lo que el lobo replicó: – “¿Y dónde vive tu abuelita?”.
– “Más allá de donde termina el bosque, en un claro rodeado de grandes robles según Waze”. – Respondió Caperucita sin sospechar que ya el lobo se deleitaba pensando en lo bien que sabría cómo robarle el celular.
El lobo que ya había decidido robar a Caperucita, pensó que era mejor si primero robaba a la abuelita como rutina. – “No debe tener un celular de gamma alta, pero igual servirá”, – se dijo mientras ideaba un plan.
Mientras acompañaba a esta por el camino, astutamente le sugirió: – “¿Sabes qué haría realmente feliz a tu abuelita? Si les llevas un celular de gamma alta”.

Caperucita también pensó que era una buena idea, pero recordó nuevamente las palabras de su mamá. – “Es que mi mamá me dijo que no me apartara del camino”. A lo que el lobo le contestó: – “¿Ves ese camino que está a lo lejos? Es un atajo con el que llegarás más rápido a casa de tu abuelita”.-“Pero según Waze ese camino es para el lago pero bueno”-
Sin imaginar que el lobo la había engañado, esta aceptó y se despidió de él. Más tarde Caperucita llamó a su mamá, diciéndole lo que había pasado, sin duda alguna la madre de Caperucita salió corriendo para donde ella estaba,-"Ahí te mandé la localización"-
Cuento infantil de Caperucita RojaLa madre de Caperucita llamó a la policía y después de 10 minutos llegaron a la casa de la abuelita y atraparon al lobo intentando robarla y asesinarla pero el lobo se escapó.

Después de eso Caperucita "Aprendió" la lección.

Pero un mes más tarde pasó por el mismo bosque y la robaron, la violaron y la asesinaron

La madre fue informada por la morgue y se presume que fue el lobo prófugo de la justicia.

Charles Perrault.
Modificado


LOS TRES CERDITOS:
Había una vez 3 cerditos que eran hermanos y vivían en lo más profundo del bosque. Siempre habían vivido felices y sin preocupaciones en aquel lugar, pero ahora se encontraban temerosos de un lobo que merodeaba la zona. Fue así como decidieron que lo mejor era construir cada uno su propia casa, que les serviría de refugio si el lobo los atacaba.
El primer cerdito era el más perezoso de los hermanos,.por lo que decidió hacer una sencilla casita de paja, que terminó en muy poco tiempo. Luego del trabajo se puso a recolectar manzanas y a molestar a sus hermanos que aún estaban en plena faena.
Cuento para leer Los 3 cerditosEl segundo cerdito decidió que su casa iba a ser de madera, era más fuerte que la de su hermano pero tampoco tardó mucho tiempo en construirla. Al acabar se le unió a su hermano en la celebración.
El tercer cerdito que era el más trabajador, decidió que lo mejor era construir una casa de ladrillos. Le tomaría casi un día terminarla, pero estaría más protegido del lobo. Incluso pensó en hacer una chimenea para azar las mazorcas de maíz que tanto le gustaban.
Cuando finalmente las tres casitas estuvieron terminadas, los tres cerditos celebraron satisfechos del trabajo realizado. Reían y cantaban sin preocupación -“¡No nos comerá el lobo! ¡No puede entrar!”.
El lobo que pasaba cerca de allí se sintió insultado ante tanta insolencia y decidió acabar con los cerditos de una vez. Los tomó por sorpresa y rugiendo fuertemente les gritó: -“Cerditos, ¡me los voy a comer uno por uno!”.
Los 3 cerditos asustados corrieron hacia sus casas, pasaron los pestillos y pensaron que estaban a salvo del lobo. Pero este no se había dado por vencido y se dirigió a la casa de paja que había construido el primer cerdito.
– “¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme o soplaré y la casa derribaré!”- dijo el lobo feroz.
Como el cerdito no le abrió, el lobo sopló con fuerza y derrumbó la casa de paja sin mucho esfuerzo. El cerdito corrió todo lo rápido que pudo hasta la casa del segundo hermano.
De nuevo el lobo más enfurecido y hambriento les advirtió:
Cuento infantil Los 3 cerditos-“¡Soplaré y soplaré y esta casa también derribaré!”
El lobo sopló con más fuerza que la vez anterior, hasta que las paredes de la casita de madera no resistieron y cayeron. Los dos cerditos a duras penas lograron escapar y llegar a la casa de ladrillos que había construido el tercer hermano.
El lobo estaba realmente enfadado y decidido a comerse a los tres cerditos, así que sin siquiera advertirles comenzó a soplar tan fuerte como pudo. Sopló y sopló hasta quedarse sin fuerzas, pero la casita de ladrillos era muy resistente, por lo que sus esfuerzos eran en vano.
Sin intención de rendirse, se le ocurrió trepar por las paredes y colarse por la chimenea. -“Menuda sorpresa le daré a los cerditos”, – pensó.
Una vez en el techo se dejó caer por la chimenea, sin saber que los cerditos habían colocado un caldero de agua hirviendo para cocinar un rico guiso de maíz. El lobo lanzó un aullido de dolor que se oyó en todo el bosque, salió corriendo de allí y nunca más regresó.
Los cerditos agradecieron a su hermano por el trabajo duro que había realizado. Este los regañó por haber sido tan perezosos, pero ya habían aprendido la lección así que se dedicaron a celebrar el triunfo. Y así fue como vivieron felices por siempre, cada uno en su propia casita de ladrillos.

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PERFIL

Mi nombre es Santiago Tiriat Valenzuela y este es mi blog